Los productores se ven obligados a trabajar bajo condiciones adversas para evitar que se arruine la cosecha. Historias de trabajo y perseverancia
La situación de los productores de yerba mate en San Pedro es crítica. Hoy la lluvia puso en evidencia la difícil situación del yerbatero a consecuencia del bajo precio de la materia prima que ha generado una crisis en el sector. Los productores se ven obligados a trabajar bajo condiciones adversas, como la lluvia, para evitar que se arruine la cosecha.
Un productor de San Pedro relató su experiencia, tras haber sacado su producción bajo lluvia, con la ayuda de máquinas pesadas; estirar un el camión cargado para salvar la cosecha del día. "Cuando se tarefa llueva o no llueva se carga igual, mojado o no mojado, engripado, no engripado, bajo tormenta, hay que sacar igual la producción para que no se arruine la yerba mate" expresó a El Territorio el productor Ariel Steffen, quien realizó una filmación sobre el duro trabajo en la cosecha.
En días de lluvia son muchos los cuidados que debe tener el productor para poder llegar al secadero con la materia prima en buenas condiciones. "Tenemos que cuidar porque si llega con algo de barro el secadero no recibe" dijo y enfatizó "tenés que tener vocación, mucha vocación para ser productor y salir adelante con todo el sufrimiento que estamos pasando. Luchar, pelear por un precio digno que no siempre se consigue".
No siempre el productor se encuentra con caminos terrados en óptimas condiciones, lo más difícil suele ser sacar el producto de los caminos internos de la chacra. No todos disponen de una máquina pesada pero siempre hay un vecino productor dispuesto a tender una mano.
El precio y el clima profundiza la crisis "Ahora a el precio y al clima le tenemos que sumar los plazos que han aumentado algunos secaderos, que ahora pagan a 60, 90 e incluso 120 días. Cada día está más complicado. No podemos parar porque detrás de nuestro esfuerzo, de nuestro sufrimiento está nuestra familia, es una incertidumbre total" señaló el productor Isac Lara, quien afronta problemas de salud con su pequeña hija, lo que torna desesperante su situación.
Así se extienden los plazos de pago, el precio de $305 con el que se levantó el cese de cosecha, que debía aumentar hasta llegar a los $390, va en declive "Hoy sobran dedos de las manos para contar los secaderos de la provincia que mantienen los $305,00, muchos solo están pagando $280,00 por kilo de hoja verde" manifestó Lara.
Otra de las cuestiones que inquieta son los cupos para entregar hoja verde en los establecimientos yerbateros, tal como lo planteo la productora Tatiana Martínez. "Nosotros de 60 mil kilos pudimos cosechar 5 mil kilos. Hay secaderos que dan cupos para mil kilos, en nuestro caso nos dieron ese cupo por semana nada más. Es realmente critica la realidad" afirmó la productora.
Si bien en otros casos, como este, hay familias que cuentan con otras alternativas de producción, sin embargo, la renta de la yerba es un recurso necesario para subsistir. "A pesar que uno no solo depende de la yerba porque trabajamos en otro rubro como el tabaco, la situación está mal, cada vez baja más el precio y piden mejor calidad" dijo con cierto alivio ya que en su caso además de la yerba se dedican al cultivo de tabaco.
En muchos casos los productores deben recorrer cientos de kilómetros para llevar la yerba en secaderos de otras localidades donde consiguen cupos. "Ayer lleve un viaje a Dos de Mayo, me agarró la tormenta, llegue casi a media noche en casa. Hoy no podemos cosechar, hay que cuidar al tarefero. Los números no te cierran, si la yerba llega con barro o las ponchadas embarradas no quieren" contó el productor Waldemar Schwider.
La crisis del sector arroja números alarmantes. Hoy un colono con 20 hectáreas de yerba mate, que es el promedio en el municipio, puede producir alrededor de 120 mil kilos de hoja verde al año. Sin embargo, después de pagar los costos de servicio e impuestos, el productor se queda con apenas $150,00 por kilo de hoja verde de los $300 que se paga hoy. Esto se traduce en una ganancia de $18 millones al año, de los cuales se deben descontar $9 millones en gastos anuales solo para mantener limpia la yerba.
Con esta ganancia es imposible subsistir con dicha producción, ya que al dividir los $9 millones restantes por doce meses, le queda al productor un haber mensual de $750.000, el productor debe cubrir con esto gastos como el monotributo, el servicio de energía, internet; servicio que se tornó una necesidad si tiene hijos estudiantes, y seguro de auto, si tiene la posibilidad de tenerlo. La realidad es que al productor le sobran apenas $400.000 al mes, lo que es insuficiente para vivir.
La situación es preocupante, el temor es que los productores abandonen sus chacras en busca de otras actividades para sobrevivir. "No hay manera de que un productor hoy pueda mandar a su hijo a la universidad. Hoy hay niños en los yerbales en lugar de que estén en las escuelas, porque así es como sacan para darles de comer. Es triste tener una vida de productor y hoy estar así, tener que regalar la chacra en un país donde producir el mate y el asado es parte de nuestra cultura".
Fuente(ElTerritorio)