El operativo se produjo en aparente represalia por el éxito de la llamada “Operación Telaraña”, mediante la cual las fuerzas ucranianas lograron destruir o dejar fuera de servicio al menos 41 aeronaves militares rusas, según datos del Ministerio de Defensa de Ucrania.
El presidente Volodimir Zelenski afirmó que el ataque del Kremlin fue una represalia deliberada que tuvo como objetivo infraestructuras civiles, causando al menos cuatro muertos y más de veinte heridos solo en la capital ucraniana. “Rusia no respondió atacando objetivos militares. Respondió matando a civiles inocentes. Esto es terrorismo de Estado”, sostuvo el mandatario en un mensaje publicado en redes sociales.
En Kiev, los fragmentos de los misiles interceptados por las defensas antiaéreas impactaron en edificios residenciales, provocando incendios y destruyendo departamentos. Uno de los ataques más severos ocurrió en el distrito de Dniprovskiy, donde se confirmó la muerte de una mujer y un niño.
La ofensiva también alcanzó instalaciones energéticas e industriales en otras regiones del país, generando cortes de luz y afectaciones en el suministro de agua. Las autoridades ucranianas indicaron que más del 70% de los drones y misiles fueron interceptados por las fuerzas de defensa aérea, pero reconocieron que el volumen del ataque superó ampliamente la capacidad de respuesta inmediata.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, llamó a la comunidad internacional a intensificar las sanciones contra Moscú y acelerar el envío de sistemas antiaéreos. “El silencio del mundo ante estas atrocidades solo empodera a Putin”, advirtió.
El ataque se produce días después de que se conociera el éxito de la “Operación Telaraña”, una acción estratégica ucraniana que, mediante ataques a bases aéreas rusas con drones de largo alcance, logró inutilizar una importante cantidad de bombarderos y aeronaves militares que Moscú utilizaba para sus ofensivas contra ciudades ucranianas.
El Ministerio de Defensa ruso no confirmó oficialmente la pérdida de los 41 aviones reportados por Kiev, pero medios independientes indicaron daños considerables en al menos tres bases aéreas en territorio ruso, lo que explicaría la magnitud de la represalia lanzada.
Desde la ONU y la Unión Europea se expresaron «profundamente preocupados» por la escalada de violencia y exigieron el respeto al derecho internacional humanitario. Estados Unidos y Reino Unido reiteraron su respaldo a Ucrania y reafirmaron el compromiso de continuar con el envío de asistencia militar.
Fuente(NA)