La historia comenzó cuando el misionero Rahman y su equipo de Uncharted Ministries visitaron la aldea para compartir el mensaje cristiano. Al escuchar la predicación, Ahmed se acercó a Rahman y le dijo: “Ah, tú eres Rahman. Exactamente el hombre que estoy buscando. Por favor, dime el significado de mi sueño de anoche”.
Intrigado, Rahman le pidió detalles. Ahmed relató: “Anoche, un hombre vestido de blanco brillante vino a mí en un sueño. Él dijo: ‘Yo soy Jesucristo’. No sé quién es, así que le pedí que me contara más sobre sí mismo”.
“El hombre de blanco dijo: ‘Mañana te encontrarás con un hombre llamado Rahman y él te contará todo sobre mí’. Así que, Rahman, ¿quién es Jesús?”, añadió.
El encuentro, claramente guiado por la providencia de Dios, abrió la puerta para que Rahman explicara el Evangelio y la identidad de Jesús como Salvador y Hijo de Dios. Impactado por la revelación, Ahmed invitó a los misioneros a su casa para compartir el mensaje con su familia.
Durante la visita, Ahmed, su esposa, su hija y su hermana decidieron entregar sus vidas a Cristo, reconociendo a Jesús como Señor y Salvador. El testimonio fue considerado por los misioneros como un milagro, pues Jesús mismo había preparado el corazón de Ahmed a través del sueño y la promesa de un encuentro divino.
Este caso no es aislado. En el Medio Oriente, cada vez más musulmanes afirman conocer a Jesús a través de sueños y visiones, lo que ha sido reportado por diversos ministerios cristianos. Muchos de estos nuevos creyentes nunca habían escuchado el Evangelio antes de experimentar estos encuentros sobrenaturales.
La Biblia enseña que Dios puede revelarse de maneras extraordinarias para alcanzar a quienes buscan la verdad, incluso en contextos de persecución o donde el Evangelio es poco conocido. El testimonio de Ahmed y su familia confirma que el poder de Dios trasciende barreras religiosas y culturales.
Jesús sigue transformando vidas hoy, cumpliendo la promesa de que “buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Jeremías 29:13). Cuando Cristo se revela, incluso los corazones más alejados pueden experimentar salvación y esperanza.
Este milagro en Egipto es un recordatorio de que ninguna tradición o religión puede impedir que Dios alcance a los suyos.
Fuente: BT Noticias